lunes, 26 de abril de 2010

Iglesia… Virtual

Por qué las congregaciones virtuales nos hacen repensar nuestros supuestos sobre el ministerio.

Es domingo por la mañana en una de las iglesias más innovadoras y de crecimiento más rápido. El café está servido. Hay música ambiental que llena el espacio. Una pantalla muestra un reloj en cuenta regresiva anunciando que el servicio iniciará en cinco minutos. Hay gente platicando en el vestíbulo mientras otros están sentados en actitud de oración.

Aparece el líder de alabanza y saluda a la congregación. Una mujer dice a su marido, "no escucho, ¿puedes subir el volumen?". Él accede dando click al mouse para subir el volumen de su laptop. Ella inclina la cabeza en señal de agradecimiento y se acomoda para el inicio del culto.

Bienvenidos a la iglesia virtual.


Algunas iglesias han dado este salto recientemente, yendo más allá de tener múltiples recintos (en inglés, "campus") o recintos comunicados vía satélite. Han lanzado los recintos en línea, o de internet, convirtiendo cada sala, dormitorio o cafetería con conexión inalámbrica en una extensión de la iglesia.

La tendencia inició en 2007 con un puñado de iglesias y se ha generalizado a docenas de congregaciones. Algunas son iglesias grandes y notorias como la Iglesia North Point en Atlanta, mientras que algunas son pequeñas; sin embargo esto llevará al lanzamiento de cientos de iglesias virtuales en los próximos años.

La iglesia en línea no es simplemente la transmisión en video de un sermón o un podcast. Los cultos de adoración tienen horarios para que los asistentes interactúen simultáneamente. Además se hacen esfuerzos para asegurar que la experiencia sea más interactiva y menos pasiva de lo imaginable. Brian Vasil, quien supervisa el culto virtual de la Iglesia Flamingo Road cerca de Miami, afirma que el objetivo del recinto virtual es idéntico al de los cultos presenciales.


"Queremos ayudar a las personas a dar pasos hacia Cristo. No queremos que solamente tomen buena enseñanza, sino también que se comprometan y conecten", dice. "Muchas personas oyen hablar de cultos virtuales y piensan que debe ser algo muy pasivo las personas sentadas en sus piyamas viendo un video. Pero nos hemos apalancado en la tecnología para ofrecer un espacio de chat donde los congregantes se mezclan e interactúan unos con otros y conmigo, su pastor virtual. También tenemos estudios bíblicos en línea y estudios para niños y adolescentes en línea. Durante la semana nuestro recinto de internet ofrece foros, estudios de libros, estudios de liderazgo y celulares. Tomamos peticiones de oración en línea, unas 150 a la semana."


En cada movimiento novedoso es sabio cuestionarse y probar los valores subyacentes, la teología y las implicaciones. Incluso los líderes de iglesia que no planean iniciar un esfuerzo virtual se pueden beneficiar de esos cuestionamientos. Por ejemplo, las iglesias virtuales, nos obligan a repensar conceptos asumidos desde hace tiempo sobre lo que es realmente una iglesia, el impacto de la tecnología en el alma, y lo que realmente significa participar en una comunidad espiritual. El advenimiento de iglesias virtuales puede obligar a las iglesias tradicionales a reexaminar sus valores ministeriales.


Aprovechando la tecnología


Uno de los primeros grupos en aventurarse a hacer una iglesia virtual fue LifeChurch.tv. Después de haber sido plantada en 1996 cerca de la ciudad de Oklahoma creció rápidamente utilizando una estrategia multirecintos. La iglesia LifeChurch.tv tiene ahora más de una docena de recintos físicos desde Arizona hasta Nueva York. En la pascua de 2007 pasó de sumar recintos a multiplicarlos. Con el lanzamiento de su recinto en línea iniciaron un movimiento que los ha llevado a alcanzar a personas en cualquier lugar del planeta con una conexión de internet.


Bobby Gruenewald es quien ayudó en LifeChurch.tv a lanzar su campus en línea y ahora supervisa la expansión de su ministerio digital.


"La iglesia en línea alcanza unos 5,000 a la semana mediante 22 experiencias programadas enlinea", comenta. Como otros en el movimiento de iglesia por internet admite que es difícil determinar números con exactitud, pero reporta que cada semana hay 50,000 direcciones de IP conectadas con al o mas una de diez permaneciendo para todo el servicio.


Gruenewald dice que la iglesia en línea es una parte significante de la misión general de LifeChurch.tv. "Nuestro deseo es aprovechar la tecnología para conectar a la gente con Cristo, con ellos mismos y con su comunidad". Y una rápída expansión es gran parte de su extrategia.


"Buscamos expandir el ministerio. Compramos anuncios en Google de tal forma que cuando la gente busca 'iglesia' o 'iglesia en linea' e incluso términos que no tienen que ver con la iglesia, la gente vea nuestra iglesia virtual como una de sus opciones". Gruenewald dice que la iglesia planea ampliar sus opciones a 50 servicios a la semana en 2010. Su meta a largo plazo es tener servicios disponibles las 24 horas en varios idiomas.


Sacramentos remotos


La iglesia de Seacoast en Charleston, Carolina del Sur, también intenta ofrecer todos los ingredientes de los servicios de adoración a los congregantes en línea. Brad Singleton dirige el ministerio. El dice que los adoradores virtuales pueden encender una vela, escribir un mensaje de confesión o de oración y clavarlo en una cruz virtual, orar con él en un cuarto privado de chat, diezmar e incluso tomar la comunión. Admite que éste último es algo difícil.


"No, no tenemos jugo digital. Solo señalamos que la comunión es una forma significativa de corresponder en adoración y alentar a la gente a encontrar la forma de tomar los elementos si así lo deciden."


¿Impacto de la iglesia virtual? Vasil dice que la Iglesia Flamingo Road ve las mismas señales de vidas cambiadas entre los congregantes en línea como en los congregantes presenciales: confesión, oración, compromiso a Cristo e incluso bautismo.


"La mayoría de la gente que acepta a Cristo por medio del campus de internet viaja a nuestro santuario para bautizarse", comenta Vasil. Pero en algunas ocasiones hemos conducido el bautismo en línea. "Pedimos a la persona que se va a bautizar encontrar un creyente que servirá como mis manos en el momento", dice Vasil. "Yo digo las palabras por la red mientras el creyente bautiza a la persona en una alberca o jacuzzi. Es muy significativo y lo tomamos con mucha seriedad. Incluso hemos mandado equipo de video para grabar el bautismo para que toda la comunidad en línea pueda atestiguar."


El toque humano


Douglas Estes, autor de Sim Church [traducido sería algo como Iglesia virtual] estima que actualmente la iglesia cristiana está participando en menos del uno por ciento de los 70 millones de personas activas en el mundo virtual. De acuerdo a Estes eso hace a los cibernautas la población menos alcanzada en el mundo. Pero, ¿es el campo de la misión digital para todos? Vasil dice que no todas las iglesias deben participar en la iglesia virtual.


"Primero que nada, la iglesia debe dar el apoyo total de sus líderes más decisivos, de su jerarquía. Esto no puede ser un esfuerzo colateral de unos cuantos fanáticos de la tecnología que sólo quieren transmitir un culto de adoración. El pastor principal debe estar al 100 por ciento detrás de esto." Aunque una iglesia virtual no demanda mucho apoyo monetario o gran infraestructura tecnológica, Vasil recuerda que es un recurso laborioso, que usa muchos voluntarios y necesita el apoyo de muchos miembros no virtuales de la iglesia para sacar adelante el esfuerzo.


Otra consideración se centra en la dinámica de la relación con la tecnología.


"Un error grande es pensar que esto es un asunto de tecnología. No lo es. Es un asunto de personas", dice Gruenewald. "Si una iglesia se centra en la tecnología y sus herramientas, probablemente fracasarán. Ya se trate de un lugar físico o virtual de la iglesia, todo es relacional."


Vasil coincide. "Este ministerio requiere una persona apasionada: primero sobre el hecho de ser pastor y segundo en el uso de la tecnología."


Singleton de la Iglesia Seacoast en Charleston agrega que las relaciones son necesarias para que un campus virtual prospere.


"Tratamos con mucho énfasis de usar el internet para impactar bases militares y estaciones de bomberos, pero vimos que esos esfuerzos carecieron del apoyo de un 'agente interno' dentro de ellas, quien pudiera hacer suyo el ministerio y ayudarlo a crecer."


Mientras tanto, Seacoast ha visto un crecimiento sorprendente entre las Iglesias de casa quienes utilizan la adoración por internet como una parte vital de su vida de iglesia. Hay congregaciones en grupos de hogar que adoran en línea por medio del sitio de Seacoast.


Pero, ¿Es esto realmente una iglesia?


Anteponiendo una intención constructiva se debe hacer una pregunta básica. ¿Es una iglesia virtual realmente una iglesia?


Bob Hyatt, pastor de la Comunidad Evergreen en Portland Oregon, ve algunos riesgos en el movimiento de la iglesia virtual. Evergreen tiene tres servicios en múltiples lugares y aprovecha la tecnología de varias formas. Pero la iglesia ha evitado intencionalmente la predicación remota o los santuarios virtuales porque sienten que son inherentemente insanos.


"La iglesia virtual tiene muchos de los problemas de las mega iglesias y santuarios por video", dice Hyatt, "pero la iglesia virtual lleva esos problemas a extremos absurdos. Crean distancia entre el seguidor y el líder, el discípulo y el maestro, entre el servido y el servidor. Mientras que tener vida de comunidad es difícil en una megaiglesia, es imposible en una iglesia virtual. La iglesia virtual no solamente deja de formarnos en aspectos muy necesarios, más bien creo que tiene efectos malformadores porque solo es suficientemente comunal para ofrecer algunos de los aspectos más fáciles y mas satisfactores del ser comunidad sin las partes más difíciles y demantantes."


Un animado debate se ha entablado sobre la calidad y la legitimidad de la comunidad que se nutre en Facebook, MySpace, blogs y otras redes sociales. Este debate está en el corazón de las consideraciones de la iglesia virtual.


El Pastor y autor Shane Hipps explora el tópico de las comunidades en línea en su libro "Parpadeando pixeles: cómo la tecnología forma su fe". Si bien la comunidad en línea tiene beneficios, Hipps sostiene que no es tan bueno como lo que él llama "la comunidad inmediata (o no mediatizada)." La comunidad virtual, sostiene, es algo sin cuerpo y más que nada una conexión cognitiva", que se da en sólo una esfera de la experiencia humana. "No es tan valioso como la comunidad inmediata, que implica todo el rango de la experiencia humana: sentido físico, no verbal, intuitivo, energía sutil, señal visual, y tonos acústicos. Estas son cosas muy poderosas que no deben descartarse rápidamente como 'buenas pero no necesarias'."


Marc Driscoll, pastor de la Iglesia Mars Hill de Seatlle, utiliza predicación por video y comparte sus sermones en podcasts, pero ve esos esfuerzos tecnológicos como soporte para la verdadera iglesia, a la que no sustituye. Rehúsa dar validez a las iglesias virtuales porque no se puede dar ni recibir la comunión, el bautismo, la disciplina de iglesia, mismas que requieren la presencia física de creyentes.


En su libro Ofreciendo la Iglesia, Driscoll escribe, "En el mundo actual del Facebook, las juntas electrónicas pueden ser un precursores o suplementos de una reunión así que se ve como un medio razonable de un buscador para dar un vistazo a una iglesia… pero esto no puede ser una sustitución de la asistencia personal si seguimos el mandato de Dios en Hebreos 10:24-25". Para Driscoll, la iglesia virtual puede ser un ministerio valioso de una iglesia, "pero no puede ser la plenitud de la iglesia."


Brandor Buckner, el director del Campus de Internet de la Iglesia Mclean Bible cerca de Washington, D.C. reconoce los límites de las iglesias en línea aún cuando se sigue dedicando a ellas.


"El campus de internet no es un fin pero si es un medio del recinto físico", comenta Buckner. "Hay un valor real que viene de ser parte de una comunidad virtual, pero no es un substituto de la iglesia. Creemos que es muy bueno para la gente que no puede acudir por alguna razón, pero no nos gustaría si alguien sólo adora en el mundo virtual. Los queremos encontrando vida en comunidad en línea y también viniendo a la iglesia y haciendo conexión con el mundo real."


Bobby Gruenewald disiente de los críticos de la iglesia virtual.


"No es ni mejor ni peor que las Iglesias que se reúnen en espacio físico. Cada expresión tiene limitaciones y cada una tiene su propio conjunto de oportunidades."


Vasil de la Iglesia de Flamingo dice que las críticas a la iglesia virtual pueden aplicar con la misma facilidad a las iglesias físicas.


"La gente se queja de que los miembros de la iglesia por internet se pueden esconder en el anonimato", comenta. "Claro que pueden, pero también alguien que se siente en la última fila de un santuario físico. O pueden decir que la disciplina de iglesia se dificulta, pero también sucede eso en cualquier otra iglesia en los Estados Unidos".


Es un llamado a más involucramiento en la iglesia, no menos


El argument de Vasil nos recuerda que las tendencias ministeriales que ahora rigen en la iglesia virtual también se generalizan en las iglesias de "ladrillo y mortero". Estas tendencias incluyen: la prioridad sobre el contenido, la preferencia del valor individual sobre la vida en comunidad, y restando énfasis a la disciplina y responsabilidad en la iglesia. Si los líderes de la iglesia no tienen reparo en estos supuestos, la iglesia en línea se puede volver pináculo en la filosofía de las iglesias contemporáneas. Pero para otros el movimiento de la iglesia virtual sirve como un espejo magnificador que revela lo prevalecientes que estos supuestos son en sus propias iglesias.


No es suficiente el solo aceptar las Iglesias virtuales con el argumento de que "no son peores" que las Iglesias físicas. Un enfoque más útil puede ser examinar los retos de ambas iglesias, la virtual y la física de tal forma que ambas sean más fieles al llamado de Cristo.


Éstos son algunos de los cambios que pueden ser desafíos ante las iglesias virtuales y las congregaciones más tradicionales, como las que muchos de nosotros lideramos.


"Información" contra "Formación"


La predicación y la enseñanza audibles son esenciales en el reino de Dios, pero en muchas iglesias el contenido disperso, muchas veces de formas bastante entretenidas, se convierte en el principal rasgo de la vida de la iglesia. Si el propósito primario de la iglesia es simplemente informativo, entonces un video en línea es suficiente. Pero si la formación de discípulos requiere más que uncontenido, si también requiere vida de comunidad (conocer y ser conocido y que otros creyentes conozcan mi vida), entonces se debe reexaminar el uso que damos a la tecnología.


"Simultáneo" contra "Juntos"


Muchas personas que toman la santa cena remotamente en su propia casa no son lo que Bonhoeffer tenía en mente cuando tituló su libro clásico sobre la iglesia, "Vida en comunidad". Claro que discusiones superficiales en una clase de escuela dominical o la diplomacia sin compromiso que caracteriza a muchas iglesias en el mundo real también fracasan en parecerse al modelo de Bonhoeffer.


La figura bíblica "cuerpo de Cristo" significa mucho más que la gente haciendo cosas cristianas al mismo tiempo o bajo el mismo techo. Sea en línea o en un templo, la meta no es simplemente tener experiencias simultáneas sino notar la existencia unos de otros y amarnos en una comunidad verdadera.


"Virtual" contra "físico"


Los practicantes de la iglesia virtual muestran real celo por compartir a Cristo y acercar gente a Dios. Pero en ese afán no debemos olvidar que el medio también le importa a Dios. Juan escribió que el Verbo se hizo carne y moró entre nosotros, y sus cartas contienen duras palabras para quien diga que Jesùs no se hizo carne porque la carne (física) es real e importante. Dios bien pudo haber enviado un texto o una visión pero no lo hizo así.


Ningún marido quisiera una esposa virtual; ninguna madre quisiera un hijo virtual. Además, nuestra unión con otros hermanos de iglesia –partes interdependientes del cuerpo de Cristo, según Pablo- es de mucha mas importancia que la misma unión familiar. Nuestras iglesias tienen que ir más allá de las palabras y enfatizar la importancia de que el creyente lleve a cabo actos físicos de obediencia, servicio y adoración.


Compromiso vs Selección Fugaz

Escoger una iglesia o "salir de shopping" a escoger una (como se le ha llamado) es parte del paisaje religioso contemporáneo. En un mundo virtual, escoger una iglesia significará que una persona podrá cerrar la ventana (navegador) de una iglesia cuando el segmento de música termine y abrirá el de otra con un sermón más interesante.


Más que agregar ligas de opción al cibercreyente, tal vez debemos enviar el mensaje de que ser parte de una iglesia implica la elección valiente de dejar las opciones para dar paso al compromiso. Como un líder de iglesia apuntó, "hay algo de formación en el hecho de ser parte de una comunidad que se reúne en un lugar en un tiempo y con personas que no son escogidas por mí". Iglesias virtuales y presenciales deben encontrar medios frescos para establecer orden, reglas y acuerdos que impliquen compromiso entre discípulos.


Sea o no que su iglesia lance un ministerio virtual, podemos agradecer al movimiento de Iglesias virtuales por forzarnos a reexaminar el significado de ser iglesia. Una muy reflexionada teología eclesiológica y una visión honesta sobre los valores que guían nuestro ministerio nos ayudará a deslizarnos sabiamente al mundo digital y tal vez atraer atención al mundo real.


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El autor es Chad Hall, profesor en el Western Seminary en Portland, Oregon.


[traducción y adaptación de Navegando por la fe – reproducido con permiso de Christianity Today. Artículo original aquí.]


En un próximo trabajo presentaremos la versión mexicana del ciberministerio, ¿tu iglesia tiene algo que contar? ¡Compártelo! Escríbenos.


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lunes, 8 de febrero de 2010

Simonía evangélica

El tema no es fácil, por el simple hecho de abordarlo puede llegar a intimidar por lo que la Biblia llama acercarnos con temor y temblor.

No, no es fácil criticar una actividad cristiana. No es gratuito arriesgarse a ser piedra de tropiezo, a contender sobre opiniones. Si, advertimos el riesgo de señalarlo pero el tema no se pasa de largo porque las consecuencias de hacerlo son mayores.

En una colaboración en 2002 en el marco de la última visita de Juan Pablo II a México, el escritor Carlos Monsiváis hace una diatriba descriptiva hacia el afán de la iglesia católica mexicana en lucrar con la visita del Papa al país. La descripción es precisa, contundente y refleja el ánimo obsceno de hacer negocio con la fe, de una simonía sin rubor, de un cínico lucro.

De las ambiciones frustradas de Simón el Mago deriva la simonía, la intención deliberada de comprar y vender o traficar de cualquier manera con los objetos y las situaciones sagradas. La simonía es de dos clases: la de la ley divina, el comprar y vender cosas intrínsecamente espirituales, por ejemplo indulgencias, o cosas temporales inseparables de lo espiritual, por ejemplo los beneficios (las rentas de una fundación eclesiástica), y la simonía de la ley eclesiástica, el comprar y vender cosas temporales vinculadas a lo espiritual. (Diccionario católico, editor Donald Attwate, Nueva York, 1941).

El tema va mejor explicado en el texto de Carlos Monsiváis que ya reprodujimos en este espacio.

Hace casi ocho años veíamos con asombro la forma en que la jerarquía llevaba al extremo demencial su simonía y quienes lo advertimos veíamos como un exceso al cual no estábamos sujetos como cristianos, pero mucho nos tememos que tal conducta no sólo encuadra a la religión católica, sino comienza a hacerse práctica entre el pueblo evangélico mexicano.

En un artículo muy ilustrador sobre un tema similar, los editores de la revista Página Abierta de la Editorial CLIE hicieron referencia al gran mercado de artículos religiosos que constituye el pueblo evangélico norteamericano, sin duda el de mayor capacidad de consumo en el planeta. El tema es la gran industria que han llegado a ser la venta de libros cristianos que resultan ser hits de librerías multiplicando su distribución (y sus ganancias) en millones. Eso fue incluso novedoso hace casi una década. Los libros cristianos incursionaban como novedad que llamaba nuestra atención en los estantes de supermercados como Walmart. Hoy, "Una vida con propósito" y sus derivados son productos apetecibles para comercializar masivamente; incluso en México ya comienzan a verse ediciones de libros de Max Lucado en el mercado secular.

Sin duda una gran oportunidad de que el mensaje evangélico trascienda las puertas de la iglesia. También la oportunidad de que la vida cristiana se transmita por los medios masivos. Todo eso suena bien.

El problema surge cuando vemos a cantantes con enfoque ministerial como Jesús Adrián Romero o Marcos Witt presentarse en enormes recintos como la Arena Monterrey donde sus promotores venden entradas que oscilan entre los 100 y 600 pesos mexicanos.

Es igualmente interesante ver cómo esos conciertos se llenan. ¿cuánto ganarán los promotores? Deseamos pensar que el mensaje no cambia, que el Dios al que se canta no cambia. De hecho asumimos que así es. EL problema surge cuando vemos que por vivir una experiencia de alabanza se cobre.

¿Ese es el enfoque ministerial ahora?

¿Vale cobrar por una experiencia que debería proveer la iglesia de Dios? ¿Nos imaginamos cobrando a la entrada de un culto de adoración bien producido musical y escénicamente?

¿El derecho a escuchar un mensaje musical de la Palabra de Dios debe tasarse en lugares entre los 100 y los 600 pesos?

Porque una cosa es escuchar y ver ministerios de muchos años con siervos y siervas de Dios que han mantenido su integridad, ministrando en las iglesias y vendiendo en los atrios sus casets sus videos y sus libros. Ese enfoque ministerial es comprensible, inofensivo y, a nuestro juicio, deseable, pero…

¿Qué le diría Pedro, el mismo que reprendió duramente a Simón el mago (Hechos 8:18-21), a los promotores de la Arena Monterrey? ¿Tomaría la oportunidad de masificar el mensaje? ¿O repetiría la reprimenda, "tu dinero perezca contigo"?

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sábado, 30 de enero de 2010

¿Quien se acuerda de la simonía?

Carlos Monsiváis

Con autorización del autor reproducimos este artículo publicado en los medios mexicanos Proceso y El Universal hace casi 8 años.

1 de septiembre de 2002

Prólogo explicativo

LO SIGUIENTE se encuentra en los Hechos de los Apóstoles, capítulo 8, versículos 18-21: "Y como vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: dadme también a mí esta potestad, que a cualquiera que pusiere las manos encima, reciba el Espíritu Santo. Entonces Pedro le dijo: tu dinero perezca contigo, que piensas que el don de Dios se gane por dinero. No tienes parte ni suerte en este negocio; porque tu corazón no es recto delante de Dios." (Versión Reina-Valera)

* * *

De las ambiciones frustradas de Simón el Mago deriva la simonía, la intención deliberada de comprar y vender o traficar de cualquier manera con los objetos y las situaciones sagradas. La simonía es de dos clases: la de la ley divina, el comprar y vender cosas intrínsecamente espirituales, por ejemplo indulgencias, o cosas temporales inseparables de lo espiritual, por ejemplo los beneficios (las rentas de una fundación eclesiástica), y la simonía de la ley eclesiástica, el comprar y vender cosas temporales vinculadas a lo espiritual. (Diccionario católico, editor Donald Attwate, Nueva York, 1941).

Una empresa religiosa con mayúsculas

Si se habla de los intereses económicos alrededor de la Quinta Visita del papa Juan Pablo II a México, ¿es válido resucitar el término simonía? Los que confiamos simultáneamente en las personas y las instituciones estamos al tanto: para incrementar su efectividad, la fe requiere de los métodos de promoción del sistema financiero y de la tecnología. En la revista América Económica , agosto de 2002, ofrece su versión de los hechos Adrián de Lope, gerente de ventas de On Data; egresado de la Universidad Anáhuac y, por tanto, formado intelectualmente por los Legionarios de Cristo. De Lope, que ya fue coordinador operativo de la logística de las Visitas de 1996 y 1999, le explica al reportero Diego Fonseca: "Una misión papal es una empresa religiosa con mayúsculas. No discutamos la parte religiosa, pero la empresarial se tiene que manejar como el hipermegaconcierto de rock más grande de la historia a lo largo de tres días y en diversos puntos ."

Tiene razón De Lope, no es discutible la parte religiosa, muy respetable, y sí es causa de admiración la parte empresarial. Según el gobierno de la ciudad de México, la Visita generó 250 millones de dólares en hospedajes, alimentos, transportes y merchandising . (Los expertos consideran muy baja esta cifra, al no considerar la economía informal, sustento de millones de mexicanos). El reportero Fonseca explica la logística de la peregrinación papal: "Un manual McDonald`s explica en detalle cómo se hace cada hamburguesa, qué ingredientes lleva, cuánto se la cocina y en cuánto tiempo debe ser vendida. El manual del Papa era algo similar. De Lope escribió un libraco de 700 páginas y tres kilos de peso con el detalle de las actividades de Su Santidad ¡minuto a minuto!".

Según estimaciones extraoficiales, el aporte de las empresas tecnológicas rebasó los 10 millones. Al solicitar el impulso corporativo el Episcopado y su grupo de apoyo que incluyó el aporte gratuito de mil profesionales, desde abogados a ejecutivos con MBA a cuestas recibieron los donativos en especie y no, comprensible o incomprensiblemente, en efectivo. Por eso el Episcopado decidió retribuir fiscalmente a sus patrocinadores, pues las empresas sólo pueden deducir de impuestos hasta 35% de sus donaciones en metálico, pero si es un activo físico consiguen salvar el 100%.

Además de la fe y las ventajas hacendarias, intervienen las necesidades competitivas. El auge del mercado automotriz mexicano obliga a la búsqueda despiadada de clientes. Ford Motor Company de México cede a la escolta papal 100 automóviles y camionetas más un grupo de autobuses, tras comprobar que Volkswagen, un patrocinador histórico, se desentendía de la visita tras cuatro meses de negociaciones con los organizadores.

"Faltaron las camisetas estampadas"

Hasta última hora, a la oficina de De Lope llegaron ofertas comerciales muy variadas. Como coordinador operativo, es de los primeros en localizar los negocios probables, que deriva a las comisiones para su estudio y aprobación. Pasan por allí desde pedidos para realizar retratos al óleo de Su Santidad hasta autorizaciones para editar discos con discursos del Papa y la historia de Juan Diego, pañoletas, sacacorchos y gorras. Al final se edita el CD y Banamex/City bank imprime la medalla conmemorativa y dona cerca de 2 millones de dólares de la recaudación a los organizadores.

Antes de comenzar, fracasan otros negocios potencialmente exitosos, como los portarretratos de Su Santidad y del santo indio. La organización quiso atraer a empresas de bebidas alcohólicas y cigarrillos, pero sus pruritos arruinaron el negocio. ¿Por qué? No querían que las fotos de Juan Pablo II estuvieran estampadas con, por ejemplo, el logotipo de Corona, y proponían imprimirlas... en la parte trasera del portarretrato. Nadie se interesó.

Tampoco salen al mercado estampas oficiales del Papa, 10 mil packs para el hogar con tres imágenes religiosas y un velador. Esto despoja a la organización de numerosos ingresos por derechos de comercialización que intentan aprovechar los vendedores ilegales, a los que se les niega la entrada a las concentraciones masivas.

El Episcopado concesiona la venta de publicidad en las vallas a la empresa Go Marketing, que vende cada auspicio en 60 mil dólares. Aeroméxico transporta a la comitiva papal de regreso a Roma en un Boeing 767, Grupo Radio Centro y Telmex financian las camisetas oficiales, Coca-Cola dona 500 mil botellas de agua Ciel para las vallas, y los restaurantes Sanborns venden merchandising oficial de la Iglesia en sus locales y su portal de internet.

Televisa modifica la programación del canal 2 y destina un equipo de exteriores de transmisión de TV digital para producir 25 horas de cobertura, la mayoría en vivo, bajo el eslogan "La fe se puede ver". Hay problemillas. En principio, el Episcopado adjudica la transmisión de la Basílica a María Visión, un canal de TV católico propiedad de Emilio Burillo, ex socio de Televisa. Presionado por Televisa y Azteca el Episcopado retrocede. Aunque María Visión mantiene algunas operaciones en la Basílica, el productor central, Televisa, genera la señal internacional por Sky. "Tanto celo no es para menos, en medio estaba la pauta publicitaria", comenta De Lope.

Según la Asociación de Hoteles y Moteles de Ciudad de México, las cadenas hoteleras de tres y cuatro estrellas agotan sus reservaciones a fines de junio. "Estos eventos se cobran a tarifa llena y sin descuentos, y se venden paquetes que incluyen todo, desde restaurantes a aviones y taxis", dice Raúl Ochoa, analista de la casa de bolsa Bital. "Como esto, sólo el Mundial de Futbol 86 generó tanto movimiento". Pero hay en la Visita una meta superior. "Esto es puro fervor religioso, incomparable con la histeria colectiva", dice De Lope: "Yo he visto llorar, conmovidos por la presencia de Su Santidad, a varios de los mayores empresarios de México". Y no es para menos, concluye Diego Fonseca, el Papa moviliza tanto almas como dinero. Como se ve, es imposible hablar de simonía.

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